A escondidas de las autoridades eclesiásticas, oraba en las tierras de Alto Rocoto, en Hualpén, el médico judío argentino Francisco Maldonado Da Silva. Ahí, un viernes de 1580 y mientras esperaba el Sabat refugiado por la tranquilidad de la naturaleza, fue aprehendido por las autoridades del tribunal de la inquisición, quienes lo llevaron hasta Lima para concretar su sentencia: la ejecución.
Tras relatar esta historia, el rabino Ángel Kreiman aseveró que “desde entonces, “figura Hualpén como un lugar que se transformó en sagrado para los judíos”, por lo que “el judaísmo chileno y mundial deben tener gratitud con esta comuna que ha nacido y se ha desarrollado tan rápidamente”, indicó. Esto, lo expuso durante el discurso realizado en el acto ecuménico realizado en el marco del tercer aniversario de la creación de la comuna de Hualpén.
Al evento asistieron también el Gobernador provincial de Concepción, Rodrigo Díaz; el Intendente Subrogante, Osvaldo Trujillo; miembros de las Fuerzas Armadas, consejeros regionales, el alcalde de Talcahuano, Abel Contreras, concejales de Hualpén y dirigentes de organizaciones sociales. En tanto que como ecumenistas participaron, además, el párroco Orlando Henríquez y el pastor Manuel Bustos.
El alcalde de la comuna, Marcelo Rivera, señaló que más allá de los $25 mil millones que se han invertido en la comuna durante estos tres años, “la mayor bendición es que la gente evalúa como un acierto la creación de la comuna, lo que hoy nos permite que tengamos la autonomía para autogobernarnos y poder aportar”, señaló.
El edil expuso también que “el proceso que se emprendió hace tres años atrás, lo hemos consolidado con mucho trabajo, sacrificio, ganas y la mística que nos ha permitido calar hondo en la familia hualpenina
Las comunidades católicas, evangélicas y judías, además de diversas organizaciones sociales y empresarios, asistieron al acto ecuménico en el que se agradecieron los logros obtenidos por la comuna y se pidió por su futuro desarrollo.
